Detalle del reloj de sol de un hórreo erguido en la Carrasqueira
Nuestra parroquia es rica en patrimonio arquitectónico rural, y en ella los hórreos ocupan un lugar destacado.
Los canastros son especialmente abundantes en el ayuntamiento de As Neves y en las parroquias de O Condado, donde la tradición constructiva se mantuvo a lo largo de siglos, fundamentalmente desde la segunda mitad del s. XVIII hasta principios del s.XX.
En las casas tradicionales las dimensiones habituales de estas construcciones adjetivas son de unos 3 metros de longitud por 1 m de anchura. La equidistancia entre los esteos y las cepas recibe el nombre de claro o pasavento, ofreciendo unas dimensiones variables, aunque el habitual es una separación entre 1,20 y 1,50 m.
Hórreo de la Casa dos Periquillos, en A Coutada
Dos tipologías
Hórreos de madera
Estos canastros suelen estar construidos íntegramente en madera de roble o castaño, un material muy apreciado por su durabilidad, resistencia a la humedad y flexibilidad.
La estructura de los hórreos de madera incluye una cámara o piso #elevar sobre una solera de granito que sirve de apoyo a una serie de pies y tornarratos del mismo material que soportan el cuerpo principal. Los alzados costales de la cámara aparecen conformados por dovelas, una serie de tablas verticales que permiten la ventilación del interior. La cubierta, de teja plana o curva del país, es siempre a dos aguas para facilitar la evacuación de la lluvia.
Esta tipología de canastros requiere un mantenimiento más costoso y frecuente que los de tipología mixta, de ahí que su número vaya en retroceso.
Hórreo de varas en un cuadro de Carlos Sobrino Buhigas (Concello de Pontevedra)
Hórreos mixtos
Uno de los aspectos más característicos de los canastros de Taboexa es su tipología mixta, que combina elementos de piedra en la base y en la estructura de la cámara con la madera, presente en las puertas, en el piso y en los alzados costales. Este diseño mixto, muy frecuente en nuestra comarca, representa una solución práctica y estética que fusiona la solidez de la piedra en el esqueleto del hórreo con la ligereza y flexibilidad de la madera en el cierre de la cámara.
Esta combinación de materiales explica que esta tipología de canastros sea la mayoritaria nos nuestros días.